Todos los años nos hacemos algún Tresmil con el Toloño y este año tocaba el Monte Perdido.
Desde Haro vamos en autobús hasta Torla, donde cogeremos una lanzadera a la entrada del Pueblo en el Centro de Interpretación, que nos llevará hasta la Pradera de Ordesa.
En la pradera, hay incluso un Bar donde reponer fuerzas.
Después de unas 6 horas de autobús, no se si apetece mucho cargar el mochilon y ponerte a andar, pero bueno, es lo que hay.
El camino hacia la Cola de Caballo, es una sucesión de paisajes impresionantes, pero lo mejor esta por llegar.
El camino en todo momento es totalmente transitable y de hecho el trafico es enorme en todo momento.
Por fin, al cabo de unos 9 kilometros y cerca de 500 mts de desnivel ( que sinceramente no se nota.), llegamos a la cola de caballo.
Hacia años que no había estado aquí y la diferencia de caudal es enorme.En aquella ocasión estábamos haciendo el GR hacia Pineta y estaba muy, muy seca.
Como ya es la hora de comer, parada y fonda para reponer fuerzas y llegar a Goriz.
Fernandito dándole al chocolate ( de comer, eh...)
Así se quedo Javi tras la caminata...
Las Clavijas de soaso.
Cuando ves por donde vas a subir desde la cascada, impresiona un poco, pero realmente es muy sencillito y ademas estan las cadenas para ayudar así que no hay ningún problema para subirlas.
No obstante, hay a la derecha una senda alternativa para quien ande justito por las piedras.
Ese Lagui....
Estebitan ( Don Mariano) totalmente obnubilado con la contemplación de la cascada.
Comenzamos la subida.
Hay gente que se enfrenta por primera vez a alguna trepadita de este tipo y alguno que otro con vértigo, pero para eso esta el grupo y se ayuda a quien lo necesite.
Salimos de las piedras y a la izquierda tenemos un sendero claro que nos encamina hacia el Refugio
El sendero gira bruscamente a la derecha para rodear un murallón y nos mete en una especie de valle colgado con Goriz al fondo.
Las previsiones eran de agua y al final se cumplieron.
A 10 minutos del refugio nos cayo la del pulpo.
En un momento, el sendero que lleva al refugio aprecia un río.
Goriz como siempre, viejo,viejo, incomodo etc.. pero a 2000 mts de altura, un autentico lujo.
Por la noche tormenton de los buenos... fuera y dentro también..., que menudos truenos había...
Después de dormir ( jejeje...) y haber malcenado...a la mañanita siguiente, con muchas dudas ya que las previsiones eran bastante regulares, nos tiramos hacia arriba con una niebla persistente que nos acompañara todo el tiempo.
Saliendo del refugio, a la izquierda esta la senda que nos llevara a ir superando las sucesivas terrazas que componen este pedazo monte.
Llegamos a una zona de enormes bloques conocida como la ciudad de piedra.
Preciosa.
Un par de tramos mas delicados se salvan con unas cadenas.
Mas de uno se lo tuvo que pensar,pero con poquillo de ayuda, al final todos pasamos sin problemas.
Llegamos al Lago Helado.
Hasta ahora la subida ha sido bastante cómoda.
A partir de aquí cogeremos un espolón de piedra que nos llevará a la escupidera, pero bastante arriba.Por cierto que no hay ni gota de nieve.
Aunque alguno subió a cuatro patas, la verdad es que salvo por las rachas de viento que tiraba no tiene dificultad.
La escupidera... que si, que está ahí...
Los ultimos metros de la escupidera resultan bastante penosos ya que es un pedregal en el que das un pasito p´alante y dos pasitos p´atras, .pero al salir se remonta hacia la derecha y en pocos metros ya estamos en la cumbre con el gran Tomas, que en todo momento ha estado con los últimos de la fila.
Foto del grupo cortesía de Fernando San Juan.
La pena es que algunos miembros del grupo no pudieron hacer cima por distintos motivos.
Otra vez será.
Y con las mismas hacia abajo...
La mayor pena es que en ningún momento vimos nada, con lo cual siempre te que queda un regusto amargo.
Me imagino este cortado lleno de nieve... tiene que ser impresionante.
Llegamos a Goriz y recuperamos fuerzas ya que todavía nos quedan mas de 10 kilómetros.
Nuevamente la lluvia hace acto de presencia pero por poco tiempo.
Donde debió de caer una barbaridad fue en el valle de Bujaruelo, ya que por la pradera bajaban los arroyos inmensos.
Esto es lo que se dice un camino bien marcado...
Desde la pradera, nuevamente a Torla y a las 7 de la tarde salimos hacia Haro.
Me ha gustado mucho la subida al Perdido, pero espero repetirla con buen tiempo para poder disfrutar de ese magnifico monte que en esta ocasión nos ha negado las vistas.
Que lo disfrutéis.
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